lunes, 19 de julio de 2010

“El amor es lo mejor del mundo pero apendeja”

Tremendos resultados da este sentimiento… (Mis más sinceras disculpas por el burdo lenguaje que mancilla el castellano). Mucho se ha hablado de los amores de verano, pero estos que aparecen y que en la enciclopedia de la vida son muy difíciles de sacar son los romances de escuela. No necesariamente esos enamoramientos de niñitos que con un besito uno se enchulaba y si no se compartía la merienda o no jugaba con uno se rompía la relación; sino de cuando llega el año más importante de un estudiante sin importar ser del sistema de enseñanza público o privado. Senior Year… el año de uno graduarse de cuarto año… A través de todos los años, uno va aprendiendo técnicas, teniendo desilusiones que las califica como experiencia para tal vez conseguirse a ese alguien que a lo mejor se le pasó por el lado muchas veces y ahora por curiosear, se concretó algo. Hermosas son casi todas las cosas los primeros meses: amor puro amor; es lo que inunda el aire fuertemente.

Pasa noviembre, luego el frio diciembre… recibimos con gallardía y anhelos un enero con un año nuevo para demostrar que somos humanos un febrero. ¿Porqué demostramos que somos humanos un febrero, en especial un 14? Porque pueden pasar muchas cosas… ganarse algo que uno no esperaba, demostrar ese amor más fuerte que nunca, extrañarse el doble o destruirse la relación. Mucho es lo que puede suceder y no es fácil de digerir porque con esto llegan las preocupaciones de la universidad y los diferentes rumbos que se tomarán. Acompañado a esto llega la clásica cita: “Pero nosotros nos mantendremos en contacto porque la comunicación es la base de todo” y por el lado hay otros candidatos a graduación amigos que dicen: “Amor de lejos, amor de pendejos” Esto demuestra que aunque el amor sea lo mejor del mundo, apendeja grandemente pues no te deja ver con claridad las intensiones de lo que puede suceder. ¿Por qué las personas no hablan claro desde un principio? ¿Por qué no se estipula: cuando acabemos nuestro Senior Year nos dejamos? Así la chispa no se prende tanto y luego en mayo, súbitamente cae un balde de agua fría y se apaga.

Si se hace un consenso y luego los resultados de este se grafican, claramente se demostrará y con pruebas, que los jóvenes no se atreven a ver más allá y que luego de estar finalizando todo el último año, las parejas que se formaron y que tanto empeño pusieron, se terminaron con los años de escuela. Ocurre ese algo… ese virus… uno que infecta y se manifiesta de la peor manera. Pero existe una realidad de todos los que suceden y acaban… ellos son los que te entrenan para la vida. Nunca se sabe en la vida tanto del amor hasta que te enamoras en cuarto año y experimentas el amor desde lo alto del cielo hasta que caes muy fuerte contra el suelo pues a causa del "apendejamiento", uno no se da cuenta del todo de lo que sucede alrededor.
Pero es necesario entrar en este estado, es necesario porque este amor es el que te prepara para la vida, el que más se sufre y del que uno duda tantas veces el dejarlo ir. El que te cause problemas, el que te limite en ciertas medidas, el que arruine diferentes cosas que uno planea mentalmente es parte de la vida, pero un amor así no se puede experimentar jamás. Es fresco eternamente y te abre nuevos horizontes.

Pero llega el momento, luego de las festividades finales de la escuela, durante el increíble verano a la espera de un nuevo trayecto en la vida; que alguno de los dos toma la decisión, de que continuaran con la vista al horizonte del que hablaron en algún momento pero en un barco diferente, solos y cada uno agarrando su propio timón.

Doy mis más sinceras felicitaciones a todas las parejas que demuestran que en la vida todo puede continuar y que no importa la distancia y que sobre todas las cosas, tienen un plan de amor verdadero y que continuaran con él, demostrando que fue real y verdadero… esto lo digo de corazón.