domingo, 22 de febrero de 2009

Mujeres....

En este mudo que ya no es nada surreal, la contaminación nos destruye, el ser humano es poco razonable y la omisión es una virtud que muchas veces es inculcada. La mujer es lo más bello que hay en este mundo, son la musa más increíble, la forma en concepción, el orgullo. Son estas las que se atreven a realizar lo que un hombre no es capaz. Dignos ejemplos de admiración. La perdición para muchos, la vida en el paraíso para otros. Éstas en muchas ocasiones no poseen la misma simpleza, sencillez y delicadeza, que es lo que se buscan porque por estas son muchas las cosas que se pueden escribir y que faltan de pronunciar. Dignatarias de las preciosas obras, de las piezas musicales e infinidades. Pero, porque tienen que haber este tipo de mujeres que a la vulgar tontería responden y logran destruir los sentimientos de los hombres, que usan su cuerpo con fines lucrativos, permiten que usen un vocablo que incluso hieren a un hombre que desea algo bello para estas, un despectivo uso con el cuál incluso se pudiese atraer la mas bella mariposa.

Tal y como cambia un termómetro en las diferentes regiones del mundo, así ha cambiado la fina moda de las mujeres. El enamoramiento se ha vuelto su fuerte (y esto no es de carácter machista) realmente, en el antiguo modernismo, la lírica del caballero era la que retumbaba los oídos de ésta dama casadera. Eso se ha perdido en las más tenebrosas profundidades como la isla perdida Atlántida. En estos momentos ellas son las que nos conquistan a nosotros; continúan viviendo en nosotros como las que nos mueven el universo, pero se atreven a dar el primer paso; a lo que muchos no nos atrevemos por miedo a sufrir otra vez. Pero de todo lo planteado, una gran realidad es recalcada, cambio tras cambio, generación tras generación, siguen siendo nuestro mundo infinito. “Mujeres, lo que nos pidan podemos. Si no podemos no existe. Y si no existe lo inventamos por ustedes”.